miércoles, 17 de agosto de 2011

Lo Que Más Deseas


Yo alguna vez fui una persona normal, alguna vez fui una persona, no estoy seguro de lo que soy ahora. Es increíble como una tragedia puede cambiar tu vida, si mi existencia puede seguir llamándose vida. El día que mi vida cambio no fue un día sombrío, recuerdo que fue un día soleado y mis hijos salieron  jugar, en general había sido un día muy feliz, por lo que decidí que llevaría a mis hijos a visitar a mi suegra. Encendí mi carro, de repente sentí un escalofrío, lo ignore. Poco antes de llegar, algún mal conductor, entra en sentido contrario a la calle, o reaccioné a tiempo y entonces chocamos.

Recuerdo, que desperté en un hospital, no podía hablar, no podía moverme, no podía abrir mis ojos, lo único que podía hacer era escuchar, escuchaba varios pitidos continuo, supuse que era un aparato del hospital, escuchaba los llantos y suplicas de mi familia. Después solo hubo silencio por un momento, el sonido se reanudo, y escuche un largo pitido interminable, y los llantos de mi familia eran más fuertes, ya no decían cosas como: "vuelve a casa por favor" o "te necesitamos" en lugar de eso solo escuchaba a mis hijos gritando: "¡ PAPA!" y a mi esposa gritar: "¿¡Porque señor, porque!?" entonces intente abrir mis ojos de nuevo, esta vez lo logre y pude ver a mi agonizante familia sobre mi cuerpo sin vida, yo había muerto. Comencé a gritar desesperada mente mientras inconsciente mente me alejaba de mi cuerpo, el cuarto del hospital se hace cada vez mas largo, mi familia deja de llorar y dirigen una mirada diabólica hacia mi toda la gente ahí también lo hacen (doctores, enfermeras, etc.). "¿Quieres reunirte con tu familia?" dicen todos al mismo tiempo, pero no se escucha como varias voces humanas se escucha como una sola voz diabólica, mis gritos se detienen y mi llanto se hace menor, aunque estoy un poco asustado le respondo que si, todos comienzan a derretirse, después un espiral comienza a fusionar el cuarto de con las derretidas personas hasta tomar forma de un rostro, no un rostro humano, sino el rostro de un demonio, su piel está roja, al igual que sus pupilas, tiene un tercer ojo en medio de su frente, sus dientes son como colmillos y su lengua es enorme, no tiene orejas, su peo es largo de color verde y esta con forma de picos hacia arriba, estoy solo yo flotando con esta gigantesca cara en un cuarto obscuro. "si quieres ver a tu familia entonces te ofrezco un trato, tu regresaras a la vida y podrás vivir con tu familia, pero esto tiene un precio, necesito un par de cosas para que puedas regresar con ellos, cosas fáciles, las cuales puedo tomar de ti" yo, estúpidamente y sin pensarlo, accedo a ese trato sin siquiera preguntar que cosas necesitaba, me arrepentí de eso por el resto de mi vida, me arrepentí de eso por siempre.

El sonríe de una forma macabra, y el resto de su cuerpo aparece, su cuerpo es similar al de un humano, pero tiene la piel cubierta por pequeñas piedras y tiene garras en lugar de uñas, las garras de su mano derecha se extienden, y las encaja en mi pecho, siento un intenso dolor pero al no tener cuerpo no sangro, reaparecemos en el cuarto del hospital y el me regresa a mi cuerpo, pero cuando saca sus garras tiene en ellas dos esferas que flotan sobre la palma de sus manos, ambas destellan una luz diferente cada una, la luz de la primera era de color rosa, y la segunda era de color blanca, no le puse mucha atención así que solo escuche una risa macabra y después los llantos de mi familia, y el sonido del aparato del hospital, el pitido interminable se convierte nuevamente en varios pitidos continuos, ahora puedo abrir los ojos, mi familia deja de gritar pero siguen llorando, ahora sus lagrimas son de felicidad, los abrazo a todos, pero no siento lo cálido en sus abrazos como antes. En ese momento creí que había sido por lo que acababa de pasar, creí que había sido un sueño, pero no dejaba de pensar en ello. "¡Es un milagro!" dice mi esposa, "No es un milagro, es una maldición" escucho en mi mente con la voz de el espíritu, entonces supe que no fue un sueño.

Continué con mi vida pero no era lo mismo, no podía reír con mis amigos, no podía amar a mi familia, no sentía su calidez, no podía ser feliz. Años después me¡vi a mis hijos crecer y a mi esposa morir, después vi a mis nietos crecer y a mis hijos morir y sucesivamente en un ciclo interminable, pero yo, yo no morí ni envejecí, gocé de una salud perfecta, extrañamente cuando perdí a a mi esposa, mis hijos, sus hijos y el resto de mi familia, aunque no podía amarlos, podía sufrir por ellos. Intenté suicidarme varias veces, primero intente dispararme a mi mismo, la pistola no disparó después, intente colgarme del techo, pero la soga se rompió, me lancé al mar, nade incesable mente hacia lo profundo, sentí la dolorosa presión incrementando conforme nadaba, nade hasta rendirme, cuando salí descubrí que estuve nadando durante 3 días, al irme a dormir ese día, el espíritu aparece nuevamente, solo que ahora en mis sueños.

"¿Que ocurre?, luces triste, ¿acaso no te gusta tu vida?" dice con una sonrisa macabra, le pregunte furioso lo que me había dicho, y aún con la sonrisa me responde: "no te haz dado cuenta tomé tus buenos sentimientos, no puedes amar no puedes reír, no puedes ser feliz, solo sufrir. También tome algo que obviamente habrás notado, tu mortalidad, ahora no solo vivirás sufriendo, sino que también estás condenado a no morir, y vagar con tu incesable dolor por la eternidad, ese fue mi precio, y aunque no lo pudiste disfrutar y ya lo perdiste, al menos tuviste lo que más deseas."


Escrito Por: fRank laRriva

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